miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Amor?


En la etapa cuando estás en la Secundaria (sobre todo), la palabra amor se malinterpreta en muchas ocasiones, quizás sea porque pocos nos hemos sentado, a esa edad, a identificar ¿qué es lo que sentimos?. Cuando somos bebés nacemos rodeados de amor, de niños nos siguen amando pero de distinta manera, pues nos empiezan a dar responsabilidades “pequeñas”: ve a la tienda, cuida a tu hermano menor, cómete todas tus verduras o no sales a jugar, etc. Son cosas que aceptamos momentáneamente, hasta que llegamos a la pubertad es cuando empezamos a cuestionarnos ¿quiénes somos?, ¿qué es lo queremos en la vida? U otras cosas como ¿porqué me mandan tanto a mi y no a otro(a)?, ¿porqué mis padres simplemente no me dejan ser como yo quiero y ya?.
Cuando estamos en la “secu” es una etapa única donde aprendemos, principalmente, de nosotros mismos. Es la edad de “las pintas”, la rebelión hacia casi todo, los cambios en tu cuerpo, el querer adoptar una personalidad, pero sobre todo: EL NOVIAZGO.
Debido a estas modificaciones hacia uno mismo, debemos estar atentos a lo que las personas llaman : AMOR.
Amor son cuatro letras usadísimas para vender “chuchería” y media este mes de febrero, las usamos también para decir cuando 2 personas están realizando actos sexuales o simplemente para poder decirle a alguien que lo queremos. Pero… ¡Hay que ser precavidos!
Amor es en realidad una palabra especial que tenemos que usar delicadamente, decirla cuando queremos en demasía a alguien y que deseamos hacerla sentir bien (y sobre todo cuando sabemos que somos correspondidos).
Al usar SIN PIEDAD la palabra AMOR la malgastamos, le damos mal uso y hace que se pierda un poco la magia. Imagínate si a cada novio(a) que tenemos le decimos un: Te amo. Pues cuando llegue realmente la persona con la que decidas entablar una relación matrimonial y veas hacia atrás, compararás (quizás) que la calidad de AMOR, va mejorando con el tiempo, y que el amor, el real, el de “para siempre” en realidad es ETERNO, ENORME y PLACENTERO.
Todos vivimos con amor en nuestro corazón pero la diferencia es a quién y cómo se lo brindamos.

Ser libre implica riesos.


La libertad es la capacidad que posee el ser humano de poder obrar según su propia libertad, a lo largo de su vida; por lo que es responsable de sus actos. El ser humano tiene la oportunidad de decidir hacer o no algo, la libertad implica la inclinación de obrar bien, pero regularmente actuamos mal. Pero ¿cómo saber si hacemos el bien o el mal? Es simple, dese tiempos remotos las personas de más grande edad de las sociedades les indicaban a los pequeños que: hicieran caso a su corazón; pues parece que la diferencia es la sensación que nos otorga la acción que acabemos de realizar; el bienestar al regalar una moneda a un indigente, por ejemplo, nos podría dejar conformes de haber realizado una buena acción en ese día. Comúnmente observamos que aclarar el término Libertad nos resulta más complejo de lo que creemos, para ejemplo un experimento que realicé con los jóvenes de secundaria de segundo año, al faltar el profesor titular por un problema familiar, me dispongo a pedir permiso a prefectura y me presento como el nuevo prefecto, entro al salón de clases y les comunico lo sucedido, les pido que levanten la mano de los que quieren que les ponga trabajo, los cuento y son solamente cinco alumnos, posteriormente les pregunto quién quiere que NO les ponga trabajo y casi todos levantan la mano y gritan entusiastas. Aceptando lo que la mayoría opinó los dejo hacer “lo que ellos quieran” por hora y media consecutiva, ¿el resultado? La primera media hora fue una confusión por tener una libertad sin saber muy bien hasta qué grado, para la segunda media hora entraron en éxtasis grupal: todos de pie, unos gritan, otros molestan a sus compañeros, unos más corren y se estrujan con algunos otros, parece un campo de batalla incontrolable; para la última media hora actúan agotados, desesperados, parece que me piden con sus ojos que hubieran preferido tener “algo que hacer”. Esto pasa, creo yo, en todas las edades y en todas las escalas sociales, no tenemos un conocimiento pleno de lo que significa Libertad, creemos que la libertad es no tener opresión y hacer todo lo que está “prohibido”, solo que ese prohibido a veces lleva sus limitantes pues algunas ocasiones nuestras acciones afectan a otras personas. Las personas somos libres por naturaleza, pero nuestra libertad está ligada a la autoconciencia y la responsabilidad moral. En la política escuchamos, entre otras cosas, que muy seguido que sostienen una aparente “libertad del individuo”, pero se olvidan de incluir algunas restricciones a la utilización de los ecosistemas. Contrariamente a lo que pregonan talan arboles y deforestan para realizar un nuevo fraccionamiento y otorgar una “vivienda digna”, cuando en realidad nos encajonan en pequeñas casas sin áreas verdes o espacios de recreación adecuados; otro ejemplo es que, como ciudadanos, regularmente tiramos basura y maltratamos animales respondiendo a una supuesta libertad de hacer lo que queramos. Cuán difícil es pues la Libertad, sobre todo en este 2012 cuando parece que nos permea de manera general un sentimiento de abandono y de “pérdida de búsqueda del sentido (de la vida)” tal como diría Erich Fromm, sin embargo parece que hay una necesidad de unidad y un deseo de identidad que aún mantiene una luz de esperanza para la humanidad, o por lo menos eso es lo que quiero creer para evitar pensar que se acabará el mundo pero no por que venga el apocalipsis, sino porque nosotros nos lo estamos acabando…